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2012 Paisajes

Gran Ciclo, Resonancias Consonantes y 2012

Recopilación de aproximaciones a tiempos mayores para recordar la historia olvidada de nuestros orígenes

The Heptanomis – Earth’s Precession & the Evolutionary Cycle of the Soul

A estas alturas hablar del 21 de diciembre del 2012 para muchos ya debe resultar trillado. Se ha dicho hasta lo indecible. Pero estas líneas no se dedican a los buenos o malos augurios de ésta fecha, sino más bien a uno de los movimientos de la Tierra que nos inserta en ciclos mayores donde nuestra historia olvidada nos espera y el 2012 puede o no marcar el Gran Ciclo.

El movimiento mencionado es la precesión de los equinoccios que, a partir de fuerzas desprendidas por la inclinación del eje de rotación de la Tierra en interacción con el Sol, hasta donde tenemos memoria, dura aproximadamente 25,920 años, con variaciones entre 50 a 300 años, según cómo se realice el cálculo. La variación sobre esta duración es también consecuencia de nuestros olvidos, todavía no recordamos ni tenemos registro sobre el comportamiento del eje terrestre en el pasado, por lo tanto una vuelta completa del eje no es exacta sino aproximada. Los dos últimos desplazamientos del eje que recordamos en nuestro periodo están ligados a los

Gran Noche Galáctica – Cosmología Pleyadana

terremotos de 2004 que desplazó el eje 17,8 centímetros y el terremoto de Chile este año con un desplazamiento aproximado de 8 centímetros.

Según algunos, estariamos llegando a un fin de ciclo el 21 de diciembre del 2012, para otros fue en 1998 y hasta en 1962, otros que será el 2015 o 2060. Se basan en cálculos astronómicos, astrológicos, conocimiento de los pueblos, aunque no se los comprenda a cabalidad, y también en algunos casos con concepciones religiosas, místicas, metafísicas, ocultistas y otros. La otra parte de la fecha del 2012, 21 de diciembre, está relacionada a la alineación de tres ejes: terrestre, solar y galáctico, y esto está relacionado con la precesión del eje terrestre, pero además con la precesión del zodíaco tropical, así como con las edades astrológicas y el punto ver

Galactic Alignment – PDF

nal donde ocurre el equinoccio, definiendo como inicio de una vuelta precesional el equinoccio (de primavera en el Hemisferio Norte y de Otoño al Sur), y recorriendo un grado contra las agujas del reloj cada 72 años aproximadamente, un signo zodiacal aproximadamente 2,088 años, una vuelta a todos los signos zodiacales aproximadamente 25,920 años.

Se encontraron relaciones también con el legado, conocimiento y tradiciones orales de los pueblos, como la Cuenta Larga de los Mayas o el yuga de los hindúes. Las tradiciones orales de los Hopi, Annunaki, Aztecas, Aymaras, Quechuas, y muchos más. Además de no pocas menciones a los cambios polares y/o cambios en los polos magnéticos de la Tierra. Cambios que hablan de transformaciones profundas, que muy a pesar de las posiciones públicas de los circulos cientifícos rechazando u oponiéndose a estas posibilidades, no estuvieron ni están al margen de ello, como lo evidencia la preocupación de Isaac Newton con el tema (Más adelante encontrará dos enlaces sobre Newton, la alquimia y el año 2060).

La Ronda del Ciclo Maya – Asteromia

Claro que también es posible argumentar que cambios hay todos los días, pero cada cambio tiene sus huellas particulares, pero los de ciclos mayores se presentan con sellos propios o extremos rotundos, denotando que su alcance, profundidad y significación van más allá de periodos cortos o de la limitada existencia de circunstancia coyunturales, insertándose más bien en los rangos de los espacios inconmensurables, los tiempos en los que un día y una noche ni siquiera es posible dibujarlos ya que se pierden en la inmensidad de sus periodos, duraciones que en la actualidad nuestros cuerpos no entienden.

Llevamos registro de nuestros días, semanas, años de nuestras vidas, unos cuantos siglos y con grandes vacíos apenas dos milenios. Los demás, los millones de años, los miles de millones, son parte de los eslabones perdidos que hemos olvidado y a fuerza de ellos ‘inventamos’ cotidianeidades que todavía no satisfacen para dar sentido al pasar de los días. Ni siquiera los osados que se

W. B. Yeats and “A Vision”: Astrological Great Year

aventuran a buscarnos en las huellas arcaicas desperdigadas en pequeñas gotas por aquí y por allá, llegan a tener claro cómo fue que esto se inició o cómo fue que aquí llegamos. Navegamos entre supuestos: quizás, podría ser, teorías, hipótesis y pasos hilvanados, que no terminan de recordarnos ni siquiera dónde empieza y dónde termina el ciclo que vivimos.

Al mirar desde afuera todas estas teorías, propuestas, recuerdos, creencias, leyes naturales… se nos aturde la simplicidad de la vida, al mismo tiempo que nos invade la sensación que afuera, en otros o desde otros, difícilmente se encontrará la respuesta así sea muy científica y muy validada, que no cambiará el hecho que somos diversos, venimos de diversas procedencias y vamos hacia diversos horizontes. Y entonces, intentar determinar quién dice lo correcto se convierte apenas en un detalle, que sea cual sea la respuesta no pasa por las verdades absolutas, sino en el recuerdo activado por nuestras resonancias consonantes diciéndonos ‘por ahí es’, y por ahí hasta se pueden construir Grandes Ciclos diferentes y propios.

W. B. Yeats and “A Vision”: The Historical Cycles

Entonces, en medio de la diversidad de orígenes, procedencias y horizontes que tenemos, los atisbos a inmemoriables periodos de nuestra historia olvidada, espacios donde finalmente se mira desde cada uno, por encima de disciplinas, ciencias y oficialidades, ya que una vez que se investiga y se encuentran retazos, las conclusiones se construyen siempre desde uno mismo, desde lo que uno es aunque no lo sepa o lo recuerde, desde esa resonancia consonante que busca su vibración en aquello que lo representa, identifica, llama o activa, y no desde las generalidades a las que estamos acostumbrados.

Profecías Maya

En esas diversidades, algo asoma de esos tiempos incomesurables que nos han creado, que nos trajeron, que nos desplazan y nos llevan donde todavía no recordamos. Aparece como teorías, iconografías, representaciones, historias, ciencias, conocimientos, estudios, análisis, predicciones, pronósticos, expresiones y otros. Una serie de posibles rumbos que intentan explicar o recordarnos nuestros tiempos, tratando de insertarse en periodos más o menos lógicos, que calcen aproximadamente. Por último, que puedan ser parte de un engranaje mayor que nos incluya.

Desde estas diversidades, deseando todas ellas engranarse a los tiempos largos, surgen una serie de ciclos:  los distintos conteos de los años para distintos pueblos, el reconocimiento diferente de cuándo empieza un ciclo especial, la diversa manera de iniciar los años y sincronizarse a las estaciones,  los innumerables calendarios que fueron y son aplicados,

Walter Cruttenden – Natural History

los variados símbolos de los pueblos representando tiempos,  los legados históricos en piedra y otros,  las infinitas maneras de expresarnos, las incontables historias que difieren en contenido hasta que alcanzan las leyes naturales  y muchos más.

No sucede lo mismo con los ciclos largos, los que nos concibieron y recrearon, o al menos nos cobijaron al llegar. Estos yacen en el olvido. Apenas si podemos vislumbrar el nuestro que parece ser dos, uno que se retira y otro que emerge, dibujados, representados, esculpidos por varios; en su inmensidad no podrían tener un comienzo o un fin con una fecha de un día de aproximadamente 24 horas que en su seno sería no más que una microscópica partícula, existentes imperceptiblemente en la cuenta larga de los tiempos, como los segundos en nuestros días que cuentan pero no los registramos. Por otro lado, sentimos que el

El Legado Atlante

hecho de estar escrito en algún libro ancestral o dibujado en una piedra milenaria, no implica que está todo dicho o que así es, una frase o números que calzan no reemplazan nuestra vivencia, despierta o dormida.

June Solstice of Global Synchronicities

Todas las imágenes aquí presentadas, son una breve recopilación de algunas representaciones del Gran Ciclo, y pulsando en ellas se encontrarán los sitios donde se explica su aproximación y en algunos casos documentos exhaustivos. Más adelante encontrará una lista de enlaces, que incluye primero los enlaces de las imágenes y luego otros adicionales, cada una con el título en el idioma que se presentan. El criterio de selección fue bastante sencillo: diversidad, y el parámetro hasta dónde buscar estuvo limitado por tiempo y espacio. La intención: facilitar una muestra de la diversidad de aproximaciones y que podrían darnos una pista, una clave, una huella de nuestrasraíces hablándonos a través de nuestra resonancia consonante para reactivar nuestra historia olvidada.

25,000 Year Cycle-The Great Year

Las resonancias consonantes no precisan técnica ni enseñanza, vienen con nosotros y están más allá del cuerpo y lo tangible, caminan con la vida y por la vida resonando desde sus mundos cada que una vibración las alcanza y responden devolviéndonos lo que somos. Una de las muchas maneras de desencadenar nuestras resonancias consonantes es el recuerdo que vuelve a sentir lo que somos, como eslabones no sólo de un Gran Ciclo, sino de muchos, diversos y variados liberándonos del constreñimiento de la monolítica generalidad.

Enlaces de las imágenes:

Enlaces a Isaac Newton:

Otros Enlaces:

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